| NOTAS: | Resumo: Las pinturas murales portuguesas son un testimonio único de la demanda por temas eruditos y clásicos, incluso en el interior rural del país, lo que indica un complejo trasfondo literario basado en tratados de arte (tanto nacionales como extranjeros) y autores de la Antigüedad. Este artículo se centra en un tipo concreto de pintura mural, el chiaro scuro, analizando sus paralelismos con otra técnica decorativa popular, el esgrafito. El término italiano chiaro scuro define las pinturas realizadas empleando contrastes luminosos y oscuros para dar volumen a los objetos representados sin usar contornos. Por otro lado, el esgrafito consistía en la aplicación de dos morteros coloreados, en los que las pinturas se creaban eliminando parcialmente la capa superior con un objeto afilado. Ambas técnicas compartían sin embargo el mismo nivel de atención y preocupación por transformar materiales sencillos en refinados proyectos de decoración. |
